miércoles, 2 de mayo de 2018

Lunes de terror



17.05. Estoy llegando tarde al club a llevar a los chicos a sus actividades (empiezan a las 17 hs.), me subo al auto con algo de resignación, y pienso, una vez que lleguen tarde no es tan grave. Autos, tráfico, bocinas, logro avanzar y ya estoy a mitad de camino, cuando Manuel me dice: ¿Cuándo venis a la pile ma? En ese preciso instante me acuerdo que hoy era la clase abierta de natación en las que los papas nos metemos al agua. 
Por supuesto que no tengo ningún implemento para ingresar a la pileta. Freno pienso opciones: 1) Manu te metes solo y yo te aliento desde afuera? 2) No vamos. 3) Llegamos los dos tarde a lo que quede de la clase. Vamos con la 3. Volantazo, la llamo a Joana, le doy las coordenadas: bikini, ojotas, toalla, Mendoza y Arcos. 
Vuelvo a hacer el mismo camino, llego a la esquina, toco bocina, le pido a Joana que me de la bolsa por la ventanilla, con el auto en movimiento. Digo, bien ya tengo bikini. 
Para ese entonces ya eran las 17.20. Manejo, pienso lo mala madre que soy, como me pude olvidar, Manuel acota, Ema se llama al silencio, el horno no está para bollos. 

17.30 los dejo en la puerta del club, le digo a Ema que lo ayude a Manu a cambiarse mientras yo estacione, a Manu le digo que le avise al profe que ya voy. Tiro el auto, agarro la bolsa de super en la que estaba mi equipo de natación, corro, llego al vestuario, pregunto si es hoy la clase abierta con la ilusión de que me diga que es más tarde. Me mira y me dice ya empezó hace media hora. Me tiro al vestuario, me cambio, me pongo mi bikini por segunda vez en esta temporada, me miro, me deprimo. Me envuelvo en una toalla y me voy a la pileta. En el medio el profe me dice dale, dale, que llegas. ¿Tenes gorra? Me pregunta. Pienso, por supuesto que no, no tengo nada de lo que tengo que tener, ni antiparras, ni gorra, ni memoria para recordar esta bendita clase. Manoteo una gorra de anda a saber quien, me la calzo y cual cachalote encallado ingreso al agua. Llegue. 
Hacemos lo que queda de la clase con Manu, intento relajar, pero no logro ni respetar las consignas del profe. Termina la clase, salen la mamis muñidas de sus bolsos, peines, secador de pelo, otra muda y yo voy por mi bolsa de Coto, intento peinarme con los dedos, me hago un rodete y salgo a la vida.

La maternidad no es cosa fácil.
27 de noviembre de 2017

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