domingo, 13 de mayo de 2018

El Robot


Había una vez un señor solo, muy solo tan solo que se hizo un amigo, un amigo robot .El señor estaba muy feliz y lo mejor era que al robot no se le acababa la batería, tenía personalidad, inteligencia, creatividad y lo mejor de todo era que TENÍA VIDA PROPIA.
El hombre vivió muy feliz el resto de su vida hasta que un día el señor era tan, tan viejito que le regaló el robot a un niño de 7 años llamado Raúl para que no estuviera solo.
Raúl estuvo toda su niñez con el robot hasta que se lo dio a su hijo mayor y así de generación en generación.
Un día el robot se dio cuenta de que cada día de su vida hacía la misma rutina:
Se levantaba desayunaba tuercas con dulce de membrillo, dormía la siesta, almorzaba un plato de tornillos con boloñesa, jugaba con su dueño y volvía a empezar el día……
El robot quería conocer el mundo, viajar, conocer museos de esculturas y muchísimas cosas más. Entonces un día agarro una caja de cartón y puso todas las prendas de ropa que le había tejido la abuela de su dueño, su cepillo de dientes y se fue sin decir palabra….
El robot tomó el primer tren de la mañana.
Pero para la suerte del robot su dueño estaba allí; inmóvil sin decir absolutamente nada solo sacò un pañuelo azul con manchas anaranjadas y lo sacudió. El robot se dio inmediatamente cuenta que era un gesto de “adiós”.
Y justo en ese momento arrancó el tren….
Su dueño sacudió el pañuelo hasta que sus ojos le impidieron ver más allá.
El niño agarró su bicicleta y se marchó-   “después de todo tiene vida propia”- pensó el niño
Y se fue pensando todas las aventuras que el robot iba a tener…

Ema Suárez (10 años)

Buenos Aires 11 de Abril de 2018

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